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El microchip, ¿el fin de la producción concentrada en Corea y Taiwan?

Circuito Analógico vs digital

Hace algunos artículos escribimos sobre señales que pueden acabar con la crisis de los microchips. Hoy, pese a esas intenciones y signos apreciables de mejora, parece que tenemos la clave. ¿Es el fin de la producción de microchips concentrada en pocas manos? ¿Ayudará a poner punto y final a la crisis de los microchips? Europa, en ese sentido, debe dar un paso al frente.

Sin microchips, el mundo actual se paraliza

Ordenadores, vehículos, smartphones, dispositivos inteligentes para el hogar, electrodomésticos, dispositivos para la reproducción de música y un largo etcétera. Es increíble como algo tan diminuto puede ser capaz de producir tantos problemas a nivel mundial. El mundo digital y las nuevas tecnologías ofrecen muchas ventajas, pero también conlleva exigencias. Y cada vez mayores exigencias… y más rápido.

Por ejemplo, en el caso de los coches y de otros vehículos o de algunos electrodomésticos modernos suponen más de una tercera parte del precio total, el precio final que llega al consumidor. Por eso, esta ha sido una crisis importante, más de abastecimiento que de otra cosa. La pandemia del covid fue un problema, pero nos hemos dado cuenta que hay que ir más allá para realizar un análisis exhaustivo. Porque, en caso contrario, es posible que ciertos problemas se anclen, se vayan enquistando y se extiendan durante mucho más tiempo del deseado.

Fabricación microchips España

Una de las soluciones: menos concentración en empresas y países

Se llegó a correr un riesgo claro de escasez de productos y pudimos comprobar como los precios se incrementaban. Todo lo que llevase un microchip. Se dio una curiosa paradoja: antiguos modelos de teléfonos móviles, en lugar de bajar de precio, subieron durante un tiempo. Vídeo consolas, videojuegos, automóviles, dispositivos digitales… Todo subió de precio.

En su punto más álgido, llegaron a concentrar el 80 % de la producción. Nos referimos a Taiwan y Corea del Sur. Por méritos propios también, por supuesto. Pero también por las barreras que se han puesto en países occidentales al tener que paralizar su producción.

corea y taiwan microchips

Por supuesto, demérito propio. El de un camino que comenzó hace muchos años, dependiendo de estas potencias para abastecerse de materiales y piezas. Europa debe dar un paso adelante. La Ley Europea de Chips y su apuesta por invertir en fondos para fábricas de microchips (se habla de 800 millones de euros directamente para estas fábricas, además de más inversión para otros proyectos vinculados) parece marcar el camino. El de intentar competir con esas super potencias. El de ser un líder que no dependa de otros para el diseño y la fabricación de microchips.