Productos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles o tables no existirían sin semiconductores. Tampoco muchos otros dispositivos y tecnología, como medios de transporte, videoconsolas y mucha de la tecnología relacionada con inteligencia artificial. Y un largo etcétera. ¿Qué países son los principales productores de semiconductores y cuál es el importante problema que nos asola al respecto en la actualidad? Taiwán es el mayor productor de estos materiales tan necesarios para el diseño de chips y microprocesadores.
Países productores de semiconductores y chips
En un artículo anterior sobre semiconductores o mejor dicho, en la primera parte de este mismo artículo, ya introdujimos la problemática existente respecto a la producción de semiconductores, lo que supone una barrera difícil de afrontar a la hora de producir microchips, que son mini piezas planas de material semiconductor, esenciales para la creación de cientos de dispositivos hoy en día.
Y es que donde más se concentran empresas especializadas en el diseño y fabricación de microchips es en Asia. Todas las grandes corporaciones, salvo Intel. No en vano, entre solo dos países asiáticos superan con creces la mitad de la producción mundial de microchips: Taiwán y Corea del Sur, destacándose Taiwán muy por encima del resto. En esta isla, de la que muchos reclaman su soberanía (con el apoyo de Estados Unidos), se fabrica el 63% de los semiconductores de todo el planeta. En Corea del Sur, la segunda en el ranking, se produce un 18 %. La diferencia es notoria, no ya digamos con otros países, con China en un 8 % y al rebufo ya está Estados Unidos, que en su día fue líder de la industria.
TSMC, empresa taiwanesa líder mundial en la industria de semiconductores, Samsung o SMIC aparecen como las máximas exponentes en la producción de estos materiales de los que luego se nutren otras empresas como Apple, Microsoft o Nvidia para fabricar microchips.
Como ejemplo, los países europeos suministran casi la mitad de chips del mundo, mientras que Estados Unidos y Japón abarcan una gran parte del pastel que se reparte la industria de los chips. Todo lo contrario que con la producción de semiconductores, como ya antes hemos visto.
Eso nos lleva al problema en cuestión. Y es que los materiales semiconductores son esenciales para la producción de chips y microchips, que a su vez son fundamentales para el desarrollo de la economía en estos países y en todo el mundo en general.
Tensiones a flor de piel entre China y Taiwan
Desde que existen Taiwán han existido siempre tensiones entre este territorio y China, con altibajos. Así ha sido entre los defensores de la independencia o autonomía de la isla frente a los que consideran que debe ser una región más parte del gigante asiático. Actualmente estamos en un momento de plena efervescencia, con aviones chinos merodeando día sí y día también los mares que separan esta isla del territorio chino. De hecho, en los últimos días ya se ha dado cuenta de que China prepara una invasión en Taiwán.
De llegar un conflicto serio, equivalente a lo que estamos viendo en Ucrania, podría afectar mucho al mercado de semiconductores y, por ende, al de chips y microchips. Ni que decir que las consecuencias pueden ser mayores al ser Taiwán un aliado económico y geopolítico de Estados Unidos.
Ya existen diferentes proyectos en otros países para frenar este duopolio en la fabricación y distribución de semiconductores. Pero esto lleva muchísimo tiempo y su coste de implantación es muy alto. Por eso, de momento, estamos a expensas de que se solucione ese frío conflicto existente entre China y Taiwan.