Años frenéticos los que estamos viviendo. Y los que venimos de vivir. De sociedades basadas básicamente en la escritura y en la transmisión oral, en cuestión de décadas hemos pasado a una impresionante transformación en sociedades digitales. Y ese paso nos permite seguir avanzando en nuevas soluciones tecnológicas. Sigue, sin fin aparente, la incesante transformación de una etapa en analógico a una digital, plenamente.
De analógico a digital: algunos ejemplos
Los ordenadores y la fotografía digital ejemplifican, por época y por importancia, la primera fase de la transformación analógica – digital. Además, representan dos formas antagónicas por las que nos hemos adaptado a estos cambios. Por un lado, el ordenador que sustituyó rápidamente a la máquina de escribir y a otros dispositivos y objetos. Por otro, la cámara fotográfica analógica sigue teniendo adeptos actualmente, aunque cada vez el debate sobre qué cámara fotográfica es mejor, se decanta más hacia la digital.
El paso de teléfonos fijos a smartphones, que no dejan de ser teléfonos digitales, es otro claro ejemplo. Pero hay miles: los e-readers o libros electrónicos, los smartwatches o relojes inteligentes digitales o los diferentes dispositivos de audio. Incluso los videojuegos, cuyo invento es relativamente moderno, pero ya ha visto cómo debía adaptarse del plano analógico al ámbito digital.
Pero es que todos esos cambios tecnológicos han seguido una línea hasta nuestros días, con la tremenda potenciación de ámbitos como el E-Learning (Machine Learning), el Big Data, el Internet of Things o, por supuesto, la industria 4.0. Por eso, no es de extrañar que muchos expertos se refieran a estos años como la Tercera Revolución Industrial.
De la TV analógica a la digital: La TDT en España
Sin lugar a dudas, como partícipes de la transformación que supuso la TDT (Televisión Digital Terrestre), nos vemos obligados a mencionarlo. Más allá de una diferencia muy alta en la calidad de imagen y sonido, los televisores digitales cuentan con muchas más ventajas, como la posibilidad de multiplicar las emisiones.
Prácticamente de un día para otro pasamos de salas de cine a las plataformas digitales como HBO o Netflix, donde podemos consumir todo tipo de contenidos audiovisuales al instante. Series, películas y documentales a golpe de clic. Y esto sería imposible sin la transformación digital. Y, en particular, un punto de inflexión para la TV fue la implantación y desarrollo de la TDT (Televisión Digital Terrestre) en España.
En 1999 se puso en funcionamiento y se comenzaron a dar las licencias. Un año después se empezarían las pruebas. Un lustro después, con el Plan Técnico Nacional para la TDT se produjo su implementación definitiva, también a nivel normativo. En abril de 2010 se produciría el apagón analógico: las emisiones de tv terrestres pasaron a ser cosa de otra época.
Conversores de analógico a digital
La transformación analógico – digital es un proceso que todavía sigue en marcha. La velocidad con la que ha cambiado nuestro mundo hace que todavía acumulemos una gran cantidad de material cuyo funcionamiento es analógico o que requiere de un dispositivo analógico para reproducirlo. Es por eso que los conversores de vídeo de analógico a digital siguen siendo tan demandados hoy en día, con el siglo XXI tan avanzado ya. Lo mismo sucede con los conversores de audio analógico – digital y muchos otros conversores de formatos analógicos a digitales.
No solamente a nivel particular y en lo que a la conversión del material analógico se refiere, sino que todas las empresas de cualquier sector se encuentran en la tesitura de repensar sus fórmulas para producir y para llegar a los potenciales clientes. Y es que el cambio tecnológico no tiene frenos… y cada vez acelera más y más rápido.